domingo, 21 de abril de 2013

Hierro

Metal que es casi siempre es magnético (no son magnéticas algunas aleaciones del acero inoxidable). Las huellas digitales dejan marca en él.

Si la humedad relativa es moderada, puede desarrollar una capa de óxido férrico (Fe2O3) adherente que sea relativamente estable con el paso del tiempo. Estas superficies son adherentes, compactas, y varían en color desde el negro azulado hasta el marrón rojizo.

Si la humedad relativa es alta o se expone a una humedad alta un objeto previamente oxidado con una capa estable, podrá desarrollar rápidamente una capa de óxido no adherente destructiva.

Una forma de corrosión activa en el hierro se produce entre el núcleo de la pieza y la capa de óxido exterior. Si hay corrosión activa, se podrán apreciar pequeños fragmentos desprendidos alrededor de la pieza, huecos en su superficie y puntos naranjas en el centro de esas depresiones. Puede manifestarse en tonos rojizos aunque también pueden ser azulados, verdes y violetas.

Otra forma de corrosión activa del hierro se produce cuando la superficie de la pieza aparece sudorosa o lacrimosa, bajo la forma de pequeñas gotas amarillas, marrones o naranjas. Este sudado aparece con una humedad relativa ambiental alta (55% o superior), mientras a niveles algo inferiores (alrededor del 50%) las zonas sudorosas se agruparán para formar conjuntos de gotas.

Si se deposita en una zona de una pieza de hierro o acero una gota de agua, o una acumulación de polvo o suciedad, provocará un punto de oxidación local.

Suele aparecer en numismática en forma de acero (mezcla de hierro con carbono) que es igualmente propenso a formar óxido, si no se reviste o se trata para que sea inoxidable.

El acero inoxidable (mezcla de acero con elementos como el cromo o el níquel) es de color gris-plata. Es muy poco propenso a oxidarse, porque crea una pátina protectora mediante la oxidación del cromo.

Enlaces relacionados:
Zinc
Plata y sus aleaciones
Plomo
Cobre y sus aleaciones


sábado, 6 de abril de 2013

Zinc

Es un metal de color blanco azulado altamente reactivo con otros metales. Como resultado de este poder, suele oxidarse con cierta facilidad, protegiendo a su vez a la mayoría de los metales con los que se alea. No es atraido por un imán (es diamagnético).

Al oxidarse forma una pátina blanca compuesta principalmente por carbonatos de zinc. En lugares donde la polución atmosférica es baja, esta pátina suele ser estable y sólida, y la corrosión avanza lentamente.

En condiciones controladas, el zinc formará una pátina gris de óxido de zinc que es estable.

Cuando el zinc está sometido a una humedad constante, la producción de carbonatos en forma de polvo blanco se disuelve y queda expuesto nuevo zinc, por lo que el proceso desencadena una corrosión destructiva de todo el metal.

Los objetos pulidos de zinc presentan una propensión muy alta a ser dañados por la impresión de huellas dactilares, por lo que hay que tener especial cuidado con la manipulación de estas piezas.

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Plomo
Cobre y sus aleaciones
Plata y sus aleaciones

jueves, 4 de abril de 2013

Plata y sus aleaciones

Metal de color gris brillante, si está pulido; no es magnético. Se ve manchada por las huellas digitales.

Reacciona fácilmente con los halógenos, con el azufre y el ozono (que en nuestro entorno cotidiano es un contaminante). El amoniaco la disuelve formando nitrato de plata. Resiste los ácidos acético y fosfórico, siempre que no lleven sulfuros.

Forma pátinas de sulfuro de plata en reacción con los gases sulfurados de la atmósfera (entre otros procedentes de la contaminación, caucho natural o sintético, lana o fieltro). Estas pátinas pueden tener colores que evolucionan desde el amarillo pálido (para pátinas delgadas), pasando por tonos rojizos, azules, marrones, grises  hasta llegar al negro (pátinas gruesas bien establecidas). El sulfuro de plata se caracteriza por su característico olor a huevos podridos y es insoluble en agua (por eso es una pátina protectora).

También puede formar pátinas estables de cloruro de plata (clorargirita, plata córnea), que suelen producirse cuando la pieza ha estado sometida a enterramiento. Este compuesto de plata pura es blanco; pero si la plata contiene impurezas, puede ser de color gris, marrón o morado patinado. Este cloruro de plata reacciona ante la luz y el calor produciendo nuevamente plata y cloro libre, por lo que es conveniente preservar de la luz las monedas que sospechemos puedan tener esta pátina (monedas arqueológicas). Esta alteración podría apreciarse como un cambio apreciable de la pátina que se aclara debido a la presencia de los cristales de plata liberados.
Si bien, la presencia de la pátina de cloruro de plata es apreciable en monedas que han sido enterradas, cuando se presenta en monedas que no han sufrido este proceso se puede deber a:

1) la pequeña presencia de gases clorados en la atmósfera.

2) el haber estado expuesta la moneda a productos que crean pátinas artificiales, pues puede dejar residuos de cloro.

3) el tocar las monedas con las manos, pues puede transferir a la misma cierta cantidad de sales (cloruro de sodio) que en contacto con la plata, se transformará en cloruro de plata que oscurecerá la misma.

Aleaciones: se alea con diversos metales, especialmente con el cobre (plata esterlina: 925 milésimas de plata; 75 milésimas de cobre). En aleaciones con hasta un 50% de cobre el color no cambia.

Con el níquel se alea con dificultad. No se alea con el hierro.

martes, 2 de abril de 2013

Plomo

Metal de color gris-plateado mate, que no puede pulirse. No es magnético.
Se oxida fácilmente formando óxido plúmbico, y puede formar pátinas no porosas estables de color gris oscuro.

Cuando se corroe, forma productos de color blanco ligeramente desprendidos, principalmente por acción de los ácidos orgánicos volátiles como el ácido acético (ver corrosión por la madera). Puede formarse como polvo uniforme sobre toda la superficie, pero a menudo se presenta concentrado alrededor de puntos localizados.

El plomo (o su óxido) en contacto con vapores de ácido acético produce acetato de plomo (etanoato de plomo, de característico sabor dulce y color blanco transparente); éste, a su vez, en reacción con el anhídrido carbónico (CO2) de la atmósfera produce carbonato de plomo, de color blanco, que puede desprenderse de la pieza y manchar los alrededores.

Otro ácido orgánico que puede provocar corrosión en el plomo es el ácido fórmico (presente en algunos adhesivos) que provoca la aparición de cristales de plomo en la superficie de la pieza.

La aparición de corrosión blanca en el plomo requerirá por tanto, la eliminación de los ácidos que la provocan por ventilación de la fuente que los produce (armario, caja, archivador, etc.). La conservación de piezas de plomo requerirá una vigilancia muy de cerca para evitar los daños por corrosión, especialmente en lugares poco ventilados.

El plomo y sus sales son unos compuestos altamente nocivos por ingestión, inhalación y absorción cutánea, por lo que debe tenerse cuidado al manejar objetos que los contengan. El plomo se absorbe por el organismo que no es capaz de eliminarlo, produciendo la enfermedad del Saturnismo cuando la concentración alcanza niveles peligrosos.

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Zinc
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